Historias del Archivo de la ONU: Objetos voladores identificados por la ONU en el espacio
El año 1977 fue un año extraordinario para quienes se sentían fascinados por la posibilidad de que existiera vida extraterrestre. Una serie de acontecimientos, tanto terrestres como celestiales, cautivaron la imaginación de personas de todo el mundo y despertaron un renovado interés en la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta.
Todo comenzó el 15 de agosto de 1977, cuando un radiotelescopio de la Universidad Estatal de Ohio detectó una señal de radio potente y de banda estrecha. Se la denominó señal “Wow!” y sigue siendo uno de los ejemplos más intrigantes de una señal inexplicable en la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés).
Tan solo unas semanas después, el 5 de septiembre de 1977, la NASA lanzó la sonda espacial Voyager 1, que transportaba un Disco de Oro que contenía sonidos e imágenes de la Tierra y que pretendía servir de mensaje a cualquier forma de vida inteligente que pudiera encontrarlo.
A medida que avanzaba el año, la Asamblea de las Naciones Unidas debatió la existencia de los ovnis y el 7 de octubre de 1977 se presentó una propuesta para estudiar el fenómeno, según informó The New York Times. Esto marcó un momento significativo en la historia de la investigación sobre ovnis, ya que puso el tema en el centro de la atención y desencadenó una conversación mundial sobre la posibilidad de vida extraterrestre.
El estreno de la película de Steven Spielberg “Encuentros en la tercera fase”, del 16 al 23 de noviembre de 1977, avivó aún más la fascinación del público por los ovnis y la vida extraterrestre. La representación cinematográfica de un encuentro pacífico entre humanos y extraterrestres tuvo eco en el público y ayudó a dar forma a la narrativa cultural en torno al tema.
Pero quizás el evento más extraño e inexplicable del año ocurrió el 26 de noviembre de 1977, cuando una extraña transmisión interrumpió un programa de noticias en ITN, una cadena de televisión británica. A las 5:10 pm GMT, un profundo zumbido reemplazó el audio, seguido por una voz distorsionada que decía ser Vrillon, un representante del Comando Galáctico Ashtar. La voz transmitió un mensaje de paz y sabiduría, diciendo:
“Durante muchos años nos habéis visto como luces en los cielos. Os hablamos ahora en paz y sabiduría, como lo hemos hecho con vuestros hermanos y hermanas en todo vuestro planeta Tierra”.
Aunque la autenticidad de esta transmisión sigue siendo un tema de debate, se ha convertido en una fascinante nota a pie de página en la historia de la investigación OVNI y un recordatorio del atractivo perdurable de lo desconocido.
Independientemente de si 1977 fue realmente un año de contacto o no, sin duda fue un año que despertó un renovado interés en la búsqueda de vida extraterrestre y continúa inspirando la investigación científica y la fascinación popular hasta el día de hoy.