La misteriosa señal de Próxima Centauri: cómo los científicos resolvieron un misterio cósmico

El descubrimiento que (casi) engañó a los astrónomos

En abril de 2019, astrónomos del proyecto Breakthrough Listen detectaron algo extraordinario: una estrecha señal de radio a 982 MHz, aparentemente proveniente de Próxima Centauri, la estrella vecina más cercana a nuestro sistema solar. Denominada BLC1 (Candidato a Breakthrough Listen 1), la señal presentaba todas las características de una tecnofirma: una posible transmisión de una civilización extraterrestre.

Por un breve momento, el mundo se atrevió a preguntarse: ¿Finalmente habíamos encontrado evidencia de tecnología extraterrestre?

Pero a medida que los científicos profundizaron, la verdad resultó ser mucho más mundana y mucho más fascinante.

El caso de BLC1 como señal extraterrestre

A primera vista, BLC1 era el candidato más convincente en la historia de la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI):

Frecuencia precisa: La señal Era de una nitidez láser, de apenas unos pocos hercios de ancho, algo que los fenómenos astrofísicos naturales no pueden producir.

Deriva distinta de cero: su frecuencia osciló a 0.03 Hz/s, lo que coincide con un transmisor en un planeta como Proxima b.

Localizado: Apareció sólo cuando el telescopio apuntó a Próxima Centauri y desapareció durante los escaneos fuera de la fuente.

“La señal parece aparecer solo en nuestros datos cuando miramos en dirección a Próxima Centauri, lo cual es emocionante”, dijo la Sra. Sheikh.

El giro de la trama: una falsa alarma cósmica

El equipo de Breakthrough Listen sometió a BLC1 a un escrutinio implacable y comenzaron a aparecer grietas.

2 de mayo de 2019, posible redetección de BLC1: la antena de radio apunta a Proxima b

1. La deriva que no encajaba

Si BLC1 provino de Proxima b, su deriva de frecuencia debería haber mostrado:

Variación cíclica (ascendente y descendente a medida que el planeta gira).
Firmas orbitales (desplazamientos sutiles vinculados a su año de 11.2 días).

En cambio, la deriva era extrañamente lineal, más parecida a un dispositivo humano defectuoso que a una baliza extraterrestre.

2. Los dobles de RFI

Luego, los investigadores encontraron docenas de señales similares en frecuencias como 712 MHz y 1062 MHz, todas matemáticamente vinculadas a la interferencia de radio común (RFI). Estas señales similares presentaban el mismo comportamiento de deriva, pero eran inequívocamente artificiales, apareciendo incluso cuando el telescopio no apuntaba a Próxima.

BLC1 no fue una anomalía solitaria: fue parte de un patrón.

3. La coincidencia de cadencia

¿La pista final? La sincronización del BLC1 coincidió con el programa de observación del telescopio.

En la fuente (30 min): señal detectable.
Fuera de fuente (5 min): Señal demasiado débil para verla.

Esto creó una ilusión de localización, como una farola parpadeante que sólo parece funcionar cuando pasas caminando.

El veredicto: un espejismo cósmico

Después de un año de análisis, el equipo concluyó: BLC1 era una interferencia, probablemente causada por:

Intermodulación: Una señal “fantasma” que se crea cuando dos ondas de radio se mezclan en dispositivos electrónicos defectuosos.

Un dispositivo que funciona mal (posiblemente a cientos de millas del observatorio).

Lecciones para la búsqueda de vida extraterrestre

El ascenso y caída de BLC1 enseñó a los científicos tres lecciones fundamentales:

Los telescopios individuales son vulnerables a falsas alarmas. Las futuras búsquedas requieren redes globales para contrastar las señales.

La búsqueda vale la pena.

Por ahora, los secretos de Próxima Centauri permanecen ocultos. Pero la caza continúa.

BLC1 no era extraterrestre, pero a medida que SETI entra en una nueva era (con proyectos como el Square Kilometer Array), estamos mejor preparados que nunca para responder a la pregunta más antigua de la humanidad: ¿Estamos solos?

Artículos de investigación primaria

Estos dos artículos se publicaron simultáneamente y deben leerse juntos para una comprensión completa de la señal BLC1, desde su detección hasta su clasificación final como interferencia.

  1. Una búsqueda de tecnofirmas de radio hacia Próxima Centauri dio como resultado una señal de interés
    • Autores: Shane Smith, Danny C. Price, Sofia Z. Sheikh, et al.
    • Diario: Naturaleza Astronomía
    • Enlace al papel: https://www.nature.com/articles/s41550-021-01479-w
    • arXiv (preimpresión gratuita): https://arxiv.org/abs/2111.08007
    • Abstracto: Este artículo describe la búsqueda general de tecnofirmas en Próxima Centauri y la detección inicial de la señal de BLC1. Detalla las características que hicieron de BLC1 un candidato fascinante.
  2. Análisis de la señal de interés Breakthrough Listen blc1 con un marco de verificación de tecnofirma
    • Autores: Sofia Z. Sheikh, Shane Smith, Danny C. Price, et al.
    • Diario: Naturaleza Astronomía
    • Enlace al papel: https://www.nature.com/articles/s41550-021-01508-8
    • arXiv (preimpresión gratuita): https://arxiv.org/abs/2111.06350
    • Abstracto: Este artículo complementario ofrece un análisis profundo de BLC1. Describe el marco de verificación utilizado y presenta la evidencia que permitió concluir que BLC1 fue producto de una interferencia de radiofrecuencia generada por el ser humano.

Recursos adicionales de Breakthrough Listen

La iniciativa Breakthrough Listen también ha puesto a disposición del público una gran cantidad de información sobre BLC1.

  • BLC1 – La primera señal de interés de Breakthrough ListenEsta es la página principal de recursos del Centro de Investigación SETI de Berkeley, que ofrece resúmenes, enlaces a artículos, datos y otros materiales complementarios.
  • Comunicado de prensa de Breakthrough InitiativesEste comunicado de prensa ofrece una buena visión general de los hallazgos en un formato accesible.